[0.4] Observad como ese diminuto insecto gira alegre y obediente, siguiendo con gratitud la orientación que Yo le doy. Jamás se obstina por el fruto prohibido. No está tan cerca de vosotros por casualidad: aunque el instrumento parezca insignificante, ¡fue escogida por Mí! [0.5] Le di un par de alas tan ligeras como el éter para que pudiera levantar su vuelo por los aires, revoloteando entre los rayos del Sol y absorbiendo la luz con sus ojillos, con el fin de conducir esa luz para dar vida a las formaciones muertas, ofreciendo a la rigidez inerte testimonio de mi Clemencia suave y vivificadora.
|