y para que, con gran vigor, seáis exhortados en vuestros corazones y así queráis unificar y fortalecer vuestro amor en el cual se encuentra toda riqueza de tal entendimiento que reconoce el gran secreto de Dios, del Padre, guardado en Su Hijo Jesucristo, – Carta a Laodicea, Capítulo 1, Párrafo 8
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