Help

jakob-lorber.cc

Carta a Laodicea

[1.29] ¡Pero yo, Pablo, un apóstol del Señor, y elegido por Dios, y que muy bien estoy lleno del Espíritu Santo; ¿cómo es que el Espíritu de Dios nunca me ha indicado hacer tales cosas a pesar de que fui, antes de mi llamado, un sirviente y esclavo del templo mucho más bribón que lo que vosotros jamás fuisteis?!

[1.30] Pero ahora quiero deciros: ¡Cuando el Espíritu de Dios me despertó durante mi viaje a Damasco para perseguir a la joven comunidad de Cristo, lo primero que observé, incluso durante mi ceguera, fue que el Señor quiere ser honrado y adorado en Espíritu y en Verdad, pero nunca en una ceremonia!

[1.31] ¡Porque Dios no encegueció a nadie antes de llamarle para su servicio; pero yo primero tuve que quedar ciego, para perder todo lo que es del mundo, antes de llegar a ser apenas uno de sus siervos más insignificantes!

[1.32] ¿Pero por qué primero tuve que enceguecer? ¡Porque todo mi ser estaba enterrado en la materia del servicio al Templo y para que con la ceguera mi ser pudiera ser retirado de aquella materia!

[1.33] Y si el Señor me ha llamado sin ceremonia, incluso durante mi ceguera, ¿por qué, entonces, iba yo a hacer una ceremonia de la última cena?

Vista escritorio Aviso legal