[1.15] Pero que sea así: que mantengáis a Jesucristo, como Le habéis recibido y Le habéis aceptado de mí, y que también caminéis de acuerdo al Evangelio que os he predicado fielmente, [1.16] y que echéis fuertes raíces en el mismo y que seáis firmes en la fe, como os he enseñado a todos en el Espíritu de nuestro Señor Jesucristo, el Hijo vivo de Dios, que gobierna en la diestra del Padre por la Eternidad. [1.17] ¡Pero así, como queréis ser ahora y que se hagan las cosas, sois adversarios de Cristo y de Su Palabra! [1.18] Entonces, ¿qué es lo que queréis? — ¿Queréis ser de nuevo esclavos, siervos duramente tratados por la ley y víctimas del pecado y de la muerte, después que todos hemos sido liberados a través de Jesucristo?
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