Carta a Laodicea |
[2.5] entonces aquí digo en contraposición: Moisés y los profetas han sido cumplidos y liberados en Cristo; pero a nosotros el Señor no nos ha prohibido ningún alimento, pues Él mismo comió y bebió con pecadores y publicanos; [2.6] y ha dicho: “Lo que comes no te hace impuro; pero lo que sale de tu corazón —como palabras malintencionadas, malos deseos, avaricia, envidia, asesinato, ira, glotonería y gula, fornicación, adulterio y cosas parecidas—, ¡esto es lo que siempre contamina al hombre!”. |
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