Carta a Laodicea |
[1.35] ¡pero para el ciego, ha desaparecido todo el mundo con sus ceremonias y el viejo servicio del templo y todas las vestiduras adornadas! [1.36] De modo que es una Verdad eterna que el Señor no me ha llamado para el establecimiento de una nueva ceremonia, sino para la edificación de los corazones, alrededor de los cuales Satanás ha forjado sus duras cadenas durante miles de años; [1.37] y para predicar a todos la libertad del espíritu, la paz del alma y, con esto, destruir las duras ataduras de la muerte, en Cristo el Señor. |
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