Carta a Laodicea |
[1.29] ¡Pero yo, Pablo, un apóstol del Señor, y elegido por Dios, y que muy bien estoy lleno del Espíritu Santo; ¿cómo es que el Espíritu de Dios nunca me ha indicado hacer tales cosas a pesar de que fui, antes de mi llamado, un sirviente y esclavo del templo mucho más bribón que lo que vosotros jamás fuisteis?! |
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