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El Gran Evangelio de Juan

Pasemos a otro asunto: Después iré a Judea para anunciar el Reino de Dios. Tú eres prefecto de esa región. Te pido, no por Mí sino por mis discípulos, que me des un salvoconducto como los hay entre los judíos por la ley de los romanos, con el fin de que puedan pasar libremente de una ciudad a otra. Me sería fácil viajar entre legiones y sin dificultades, sin embargo, no quiero causar disgustos y me sujeto a las leyes de Roma. Por esta razón, por favor, provéeme de un salvoconducto». – El Gran Evangelio de Juan, Libro 1, Capítulo 22, Párrafo 10

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