El Gran Evangelio de Juan |
[1.1.7] Entonces, ¿qué era esa Luz, ese Pensamiento grandioso, esa Idea santa y básica de toda existencia substancial futura, totalmente autónoma? Sólo podía ser Dios mismo, porque en Dios, por medio de Dios y surgiendo de Dios sólo podía ser Él mismo en su Ente eternamente perfecto. Por tanto, se puede formular el texto así: [1.1.8] En Dios estaba la Luz y la Luz penetraba y envolvía a Dios, y Dios mismo era la Luz. |
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