Y ahora ve y fíjate en lo que entonces ocurrió: El fuego se apaciguó y en todos los espacios hubo un soplo suave, todavía acompañado por truenos causados por los fragmentos de los astros aniquilados que centellaban desde una infinitud a otra como rayos. – El Gobierno de Dios, Libro 1, Capítulo 9, Párrafo 19
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