Y ahora presta atención: Este Adán ocupó el lugar del primero de los espíritus caídos, sólo que no le estaba dado conocer quién era... Pero con el tiempo Adán empezó a aburrirse porque no se reconocía a sí mismo ni encontraba nada parecido a él. – El Gobierno de Dios, Libro 1, Capítulo 7, Párrafo 9
|