Help

jakob-lorber.cc

El Gobierno de Dios

Una vez que habían recogido las reliquias de Johred y de Hail, abandonaron el lugar macabro y, llenos de rabia contenida, en grupos de cien penetraron aún más profundamente en el bosque para buscar a la hiena maldita. Pero no encontraron ni un solo animal, y menos aún una hiena... Por esto dijeron: «¡Seguro que esta bestia maldita ha huido a las montañas! Aunque después de Caín hasta ahora jamás un mortal haya pisado una montaña, ¡nosotros lo haremos, porque tenemos motivos fundados para ello! Ningún Dios nos lo puede tomar a mal, puesto que tenemos una causa justa contra estas bestias voraces. De modo que: ¡Valor, aunque perezcamos todos!». – El Gobierno de Dios, Libro 1, Capítulo 30, Párrafo 6

Vista escritorio Aviso legal