Help

jakob-lorber.cc

El Gobierno de Dios

[1.15.15] Como no encontró nada, se dirigió de nuevo a Abel: «Hermano, tengo mucha hambre de un alimento que da la vida y que no, como la carne y la sangre de la serpiente, acarrea la muerte. Hermano, como desde el fondo de mi ser me volví consciente de lo que fui entones y de lo que soy ahora, siento un gran arrepentimiento y junto con este una gran hambre y una sed ardiente del Amor divino y su gran Misericordia. Porque ve, cuando lloro no tengo voz y mi arrepentimiento no produce lágrimas... Por esto, ¡sáciame con la voz del Amor y calma mi gran sed con las lágrimas del arrepentimiento!

[1.15.16] Yo te digo: Yo, el más grande, me reduje a polvo... yo, el más fuerte, me volví más débil que un mosquito... y yo, el más resplandeciente, me quedé más oscuro que el centro de la Tierra...

[1.15.17] Así me encuentro ahora ante Ti... ante uno que surgió de mí en forma de un pequeño espíritu y que ahora, en todo, ya es mayor de lo que yo era cuando aún no existía el mundo... Porque yo mismo me encerré en el entorno de mi fuerza exuberante, con lo que me volví el más débil de todos... porque los que tenían mucho perdieron mucho... los que tenían poco perdieron poco... Y como yo tenía mucho, lo perdí todo, y esto por mi propia culpa... y los demás ––aunque hayan tenido o mucho o poco–– también perdieron todo, y esto también por mi culpa ardiente.

Vista escritorio Aviso legal