La Mosca |
[10.1] Cuanto más baja es la región terrestre, tanto más densa es su atmósfera. Lo mismo sucede con todas las cosas: que se vuelven más compactas cuando se aproximan al punto central común, y cuanto más se apartan de él, tanto más disminuye su densidad y tanto más sueltas se encuentran entre sí. [10.2] Ya sabemos lo que es el aire que rodea la Tierra, parte por las explicaciones de la revelación actual, pero sobre todo por las revelaciones anteriores sobre las cosas del mundo natural. [10.3] Aun así repito para mayor claridad: El aire, al igual que el resto de la materia, es el producto de un conflicto entre lo espiritual y lo material. Todas las potencias espirituales, cuanto más cerca del planeta se encuentran, tanto más malignas son; y tanto más pacíficas, agradables y constantes cuanto más arriba están. [10.4] La totalidad del planeta, junto con su aire atmosférico hasta adonde éste llegue, no es sino una escala de graduación de los espíritus que se han instalado en tal planeta, para iniciar desde allí su retorno, del que ya hemos hablado. [10.5] Entonces diréis: “¿Hay algo que ocupe el espacio entre un planeta y un Sol?”. [10.6] Los naturalistas hablan de un éter muy leve y maleable. [10.7] Pero sería absurdo exigir a un físico la demostración visible de qué es el éter, pues no puede ser observado con un microscopio, como tampoco el aire más denso. Los científicos podrían analizarlo químicamente, si consiguiesen meterlo en un tubo de ensayo. Pero como la región del éter comienza a varias millas de altura, esta empresa se presenta difícil para la actual generación de naturalistas. [10.8] Nuestra investigación será más fácil porque actuaremos con la fe y la confianza, y en el camino del verdadero Amor. En este camino -él de la contemplación- hasta para un simple pastor la estrella polar resulta más cercana que a un científico la gota de agua que le cae en la nariz, debido a que se sirve de una insuficiente vía de investigación mediante la inteligencia humana limitada. [10.9] El éter también es un ente espiritual con polaridad positiva para todos los planetas, y negativa para los soles. [10.10] Está formado por espíritus sumamente puros, pacíficos y pacientes. Si así no fuese, ¡cuán pesadas resultarían las trayectorias de los cuerpos cósmicos en torno a su Sol que tienen que recorrer a una velocidad extraordinaria! [10.11] Al ser la naturaleza de estos espíritus del éter tan pacífica, no estorban en lo más mínimo el movimiento de nada aunque la partícula o el ser que se mueve sea extremadamente sutil. |
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