[1.2] He oído hablar de Ti y de las curaciones que haces sin medicinas ni plantas. Pues se dice que Tú devuelves la vista a los ciegos, que haces andar a los paralíticos, que purificas a los leprosos y expulsas los espíritus impuros y curas a aquellos que sufren de enfermedades crónicas en fin, que resucitas hasta los muertos. [1.3] Después de haber oído estas cosas sobre Ti, he sacado en mí la conclusión que una de las dos cosas tiene que ser cierta: o bien eres Dios descendido del Cielo, — o bien, para cumplir tales cosas, eres al menos un hijo del gran Dios.
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